Tras el paréntesis de la Semana Santa, Isabel Olivo, profesora de Lengua y Literatura y Coordinadora de la Biblioteca del I.E.S. Los Molinos, retoma nuestro particular mundo literario y nos comenta el origen de la letra O. Seguro que os llama la atención
ORIGEN DE LA LETRA “O”
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua , la “O” es la
decimosexta letra del abecedario español. Eso si utilizáis un diccionario
moderno. Si la buscáis en una edición algo más antigua, veréis que era la
decimoctava letra. Estas dos posiciones las ha adelantado desde que nuestras
queridas “ch” y “ll” (“che” y “elle”) pasaron a mejor vida.
A continuación leemos que se
pronuncia emitiendo la voz con los labios un poco sacados hacia fuera en forma
redondeada, por lo tanto, vemos que su pronunciación está relacionada con su
forma escrita. Y es precisamente esa forma redondeada la que la convierte en la
primera letra que aprenden a escribir
los niños pequeños. De hecho, en el propio diccionario se hace mención a
lo “facilona” que es nuestra querida grafía, al poner como ejemplo de expresión
coloquial: “No sabe ni hacer la o
con un canuto” = ”Ser muy ignorante”.
Pero, ¿cuál es el origen de
la letra “O”?
La letra "O"
proviene de la escritura jeroglífica egipcia, donde se dibujaba con forma de
ojo. Los fenicios la tomaron de ahí, la llamaron ain, que significa ojo, y
fueron los primeros en representarla de forma circular. De los fenicios pasó a
los griegos, que tenían dos oes: omega (o larga) y omicron (o breve). De los
griegos pasó a otros pueblos, como los etruscos y los romanos. Aparece escrito
como un círculo, de un solo trazo, en los textos latinos tardíos. En etrusco y
en latín arcaico, en cambio, se escribía con dos trazos semicirculares.
Sin embargo, la letra “O” no
siempre es redonda. Sirvan como ejemplo las siguientes representaciones
alternativas:
En el alfabeto aeronáutico internacional
se le asigna la palabra Oscar.
En código Morse es: ---
Bandera de Señales |
Lectura Braille |
Alfabeto Semáforo |
Alfabeto Sordos |
Pero en español, la “O” no es
sólo el nombre de una letra. También es una conjunción disyuntiva que denota
diferencia, separación o alternativa entre dos o más cosas. A mí personalmente es una conjunción que no
me gusta. Siempre le he tenido manía al hecho de tener que elegir, y reconozco
que no soporto las preguntas del tipo: “¿Sí o no?”, porque entre ambas opciones siempre hay un amplio abanico
de posibilidades.
Además, “O” es un nombre de
mujer. Quién no ha escuchado alguna vez la celebre canción “María de la O ”, versionada, entre otros, por
Estrellita Castro, Marifé de Triana, Carlos Cano, Niña Pastori, Diana
Navarro... La Virgen
de la O es una
advocación mariana en la que se la asocia con el Adviento o espera de la Natividad de Cristo. La
razón del nombre de O es la exclamación admirativa “Oh” que aparece en las
siete estrofas de Vísperas que preceden a la Navidad.
Y hablando de exclamaciones,
anoto a continuación las cuatro interjecciones españolas que comienzan por la
letra “O”. Las tres primeras seguro que las hemos utilizado en innumerables
ocasiones, pero la última de ellas, confieso mi ignorancia, no sabía ni que
existía.
¡Oh!,
utilizada
para manifestar muchos y muy diferentes estados de ánimo.
¡Ojalá!, con la que expresamos un
vivo deseo de que suceda una cosa.
¡Olé!, con la que se anima y se
aplaude.
¡Ox!
, voz
empleada para espantar la caza y las aves domésticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dínos algo, siempre es bueno conversar