G de Galatea.
En la mitología griega hay varias leyendas asociadas a diferentes Galateas.
Aquí os dejo un par de mitos relacionados con ella.
El primero, es el mito de ''Polifemo y Galatea''.
Galatea era hija de una divinidad marina siciliana y de Nereo (quien a su vez era hijo de Ponto y Gea). La joven era muy hermosa y habitaba en el mar que bordea la isla de Sicilia. Polifemo, el cíclope (hijo de Poseidón y de la ninfa Toosa) monstruo con un solo ojo, era temido por los hombres y despectivo con
los dioses. Polifemo estaba muy enamorado de Galatea, pero ella no lecorrespondía.
El corazón de Galatea pertenecía al bello Acis, hijo de una ninfa y del dios Pan (dios de los pastores y rebaños). Un día los amantes se encontraban descansando a la orilla del mar, cuando ella reposaba su cabeza sobre el pecho de su enamorado. Desde lejos, Polifemo los descubrió. Acis intentó huir, pero
Polifemo, enfurecido, arrancó un enorme peñasco de la montaña y lo lanzó contra Acis, que quedó inmediatamente sepultado bajo su peso. Acis se desangraba y nada ni nadie podría devolverle la vida.
Galtea, desolada, mezcla sus lágrimas con la sangre de su amado pastor, y hace que fluyan juntas para siempre, convertidas en el río Acis, que recorre la isla de Sicilia. Luego se esconde en el fondo de los mares donde moran las nereidas.
También el rudo Polifemo se siente desolado. Por eso decide recluirse de por vida en su caverna de la montaña. Sólo saldrá para llevar a pastar a sus ganados. Pero cada atardecer, el gigantesco cíclope rehúsa las fiestas y tertulias de los otros pastores y regresa taciturno a su oscura morada para rumiar allí su dolor y soledad.
Según algunas versiones, después Galatea estuvo con Polifemo y de esta unión nacieron Gálata, Celto e Ilirio, que darán nombre a los pueblos de los gálatas, los celtas, y los ilirios respectivamente.
En otras tradiciones, Galatea pertenecía en cuerpo, alma y corazón al imponente Polifemo, pero Acis se enamoró de ella. Cuando el cíclope descubrió tal cosa, celoso y encolerizado intentó matarlo lanzándole unas rocas, pero antes de que lo pudiera alcanzar, Acis se transformó en río y así evitó la tragedia.
El segundo es el mito de ''Galatea y Pigmalión.''
Durante mucho tiempo Pigmalión, Rey de Chipre, había buscado una esposa cuya belleza correspondiera con su idea de la mujer perfecta. Al fin decidió que no se casaría y dedicaría todo su tiempo y el amor que sentía dentro de sí a la creación de las más hermosas estatuas.
El rey vivió en soledad durante mucho tiempo. Cansado de la situación en la que estaba, empezó a esculpir una estatua de mujer con rasgos perfectos y hermosos. Así, realizó la estatua de una joven, a la que llamó Galatea, tan perfecta y tan hermosa que se enamoró perdidamente de la figura que él mismo había modelado. El rey se sentía atraído por su propia obra, y no podía dejar de pensar en su amada de marfil.
En una de las grandes celebraciones en honor a la diosa Afrodita que se celebraba en la isla, Pigmalión suplicó a la diosa que diera vida a su amada estatua. La diosa, que estaba dispuesta a atenderlo, se encargó de insuflar vida en aquel cuerpo marfileño, que ya no sería tal, sino uno de carne y hueso que pudiera convivir con Pigmalión. Afrodita elevó la llama del altar del escultor tres veces más alto que la de otros altares como señal de que le había concedido el deseo. Pigmalión no lo entendió y se fue a su casa muy
decepcionado.
Al volver a casa, contempló la estatua durante horas. Pasado ese tiempo, el artista se levantó, y besó a la estatua. En ese momento, Pigmalión ya no sintió los helados labios de marfil, sino que sintió una suave y cálida piel en sus labios. Volvió a besarla, y la estatua cobró vida, enamorándose perdidamente de su creador. Afrodita terminó de complacer al rey concediéndole a su amada el don de la fertilidad. De esa forma Galatea se transformó en una mujer real.
Pigmalión se casó con Galatea y juntos engendraron a una hija, Pafo, que mástarde sería a su vez la madre de Cíniras.
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